Estoy un poquito de mal humor, hoy. lo digo ya.
Estoy para aguantar poquitas tonterías, vamos. Irritadita (que es mucho peor que irritada).

Por otra parte, en La Cafetería, (lo pongo con mayúsculas, ya que os hablo cada día de ella), hoy se ha producido, por fin.
Hay una chica guapa (y que se sabe guapa) que empezó un buen día a hablar con un chico también guapo (pero que no lo sabe tanto)... a partir de ahí, se las ingeniaban para coincidir y toman el café juntos. Cada día. Al haber vivido la historia desde el principio, y como desde atrás, pues me conozco la vida de uno y de otro... hay días que ella se retrasa y puedes verlo a él mirando inquieto por el ventanal (por el que yo controlo el autocar fantasma) a ver si llega su princesita... es gracioso verlo. Hoy ella se ha retrasado, pero ha llegado. Y él tenía un regalo de Navidad para ella! Me he cruzado la tierna sonrisa con la de la camarera (que es tan observadora como yo), y nos hemos reído a carcajadas al darnos cuenta sin hablarlo, de que las dos seguimos ese serial más que el de Falcon Crest.

Es bonito que te hagan un regalo inesperado. Es bonito saber que han pensado en ti... son bonitos, ellos, la verdad que si.