viernes, 1 de julio de 2011

Y es que recuerdo perfectamente aquella mañana de octubre de hace ya un tiempo.
Llegué algo pronto y tuve q esperar sentada en la entrada, en recepcion.

Y me puse a mirarlo todo, pero antes de mirar me puse mis gafas del futuro. Las saco pocas veces. Son las gafas que te ayudan a enfocar cuando estas en un proceso de cambios.
Estaba alli sentada, esperando a la persona que me iba a entrevistar y observé la entrada, a la recepcionista, los despachos, y la gente que iba y venía.

La gracia de estas gafas es que no solo ven. Te dejan intuir si ese sitio que ves por primera vez, formará o no, parte de ti.
En definitiva, lo miraba todo intentando percibir si ese terminaria siendo mi lugar d trabajo, si esos que pasaban rápido y distendidos terminarian siendo mis compañeros. Y la sensacion es extraña, no se si lo habeis provado alguna vez...

Hay dias que cuando paso al lado de esa silla desde donde observé mi futuro, sonrío recordando q mis gafas, no fallaron.