pero qué pena más grande tengoooo :((

ha sido un viaje increíble (pero el concepto increíble como tal, de no creerselo).

llegamos a Praga el sábado a la una de la tarde, localizamos el hotel, soltamos los trastos y a comer, después nos metimos en el tram y llegamos al centro. entonces todo se volvió loco y maravilloso.

nunca había estado en Praga y es preciosa, como me decía marquise, "verás, es un cuento de hadas" y así es. resulta que parece que estés en mitad de un cuento de hadas, de palacios, de magia y de belleza. por todas partes.

dimos varias vueltas, visitamos el puente Carlos, Stare Mesto, Nove Mesto... tomamos millones de cervezas (alli hay una que se llama Pilsner urquel que está muy buena, es muy suave, de ahi que bebieramos muchos litros....) y de repente, pasamos por un sitio que hacían tatuajes. nos miramos, ruth abre la caja de las ideas, y trocotró. vamos a preguntar, y alli, en la puerta estaba TEO. el chico mas increible del mundo (del cual tardaré mucho en olvidarme). Teo es un chico que desde fuera no le gustaría a muchísima gente de y con prejuicios, pero Teo es increíblemente guapo. por dentro y por fuera.

volvamos al tatoo!!!

queríamos hacernos algo simbólico, de cambio de etapa, como los tatuajes de antaño, de evolución vital y superación de ciertos lastres, a parte, claro, de recuerdo de un viaje que nunca nos hubiéramos imaginado tan especial.

Teo nos hizo un boceto en un papel de lo que podría hacernos, y la estrella pasó a la historia.

sea como fuera, quedamos con él al dia siguiente para tatuarnos. él nos invitó entonces a ir a un bar (delante de su tienda) a tomar algo. salimos horas después con muchísimas cosas distintas a como habíamos entrado. no recuerdo haber reido tanto en mi vida, parecía que nos teníamos que poner enfermas de tanto reir. hay videos que demuestran eso pero me temo que no los podré enseñar! ajajaj

bebimos mucho, reimos, mas, me enamoré muchísimo.

se hizo tarde y Teo nos acompañó a buscar un taxi que no nos timara para llevarnos al hotel.

al dia siguiente nos tatuamos, pasé muchísimo miedo de ver sufrir tanto a ruth (ella fue la primera) y a punto estuve de no atreverme. al final sí. y dolió muchisisisisisisisisisimo. resulta que es la parte del cuerpo que más duele tatuar.

después de casi 3 horas de sufriemiento mutuo y salidas esporádicas con Teo al bar de enfrente, nos acompañó , junto con otro chico, a comer a un sitio típico, un Goulash típico de Praga (o una variante del Goulash). gracias a ellos encontramos un restaurante que jamás habríamos visto. nos pagó la comida y nos dejó sin palabras y con el corazón blandito.

despues de eso, y de despedirnos de nuestro amigo/guía/tatuador especial, hicimos más turismo (cojeando, claro) para ver el barrio Judío, y más callejeo que teníamos pendiente.

y hoy se acabó. echaremos de menos tantas cosas... le echaremos de menos a él, por supuesto a una de las ciudades más bonitas que he visto jamás, el frío, hacer el loco en todas partes donde estábamos, a bajar a desayunar en el hotel en pijama, sin suejtador y en zapatillas a vivir la vida porque AMIGOS, SON DOS PUÑETEROS DIAS!