Hola! soy la mascota de Dana
ella me creó hace bastante tiempo y me abandonó en el mismo momento. acto seguido.
después me convertí en su compañero de declive laboral. he estado con ella los momentos de agobio, de estrés, de tristeza, de vértigo y miedo, de desesperanza. la he ayudado a mi manera, a soportar venir a la oficina sin recibir nada a cambio del esfuerzo y los madrugones. ella sabe que las cosas no deberían haber ido así. para nadie.
nadie tiene la culpa, es un cúmulo de gestiones (buenas y malas)y acontecimientos sociales internacionales.
ella está triste porque era muy feliz trabajando aquí, estaba en el corazón de la ciudad, a 10 minutos de casa en tren, buenos compañeros y ya dominaba su trabajo y se había ganado la confianza de quienes debía. había alcanzado la complicidad básica que necesita la secretaria de dirección de cualquier empresa. era buena en su trabajo y feliz dominando el cotarro.
sea como sea, todo aquello acabó, puesto que cada día tenemos la cara más amarga y más fruncida.
es realmente triste lo que ha pasado, y lo que pasa más allá de la cristalera de su despacho. el paro, los expedientes de regulación de empleo, la suspensión de salarios, la precariedad laboral... cubren todo de un manto color ceniza que se te pega en la garganta y te hace toser.
sea como sea, hay que buscarse las castañas, y saber encontrar la felicidad en cada una de las cosas que no valoramos (y que tienen más valor del que jamás pensamos hasta que lo perdemos).
la conozco y se que a pesar de todo le echa salsa a la vida e intenta levantarse cada día y sonreir, porque siempre hay cosas que brillan cerquita nuestro, solo hay que saber verlas.