martes, 17 de noviembre de 2009

vivir sola conlleva independencia, libertad, satisfacción, responsabilidades, madurez, tranquilidad, auto-gestión... pero también conlleva el hecho de que cuando algo se estropea, o lo que me sucede acutualmente, que un codo de la tubería del agua gotea, tienes que lidiar de manera imposible (y por muy apuesto que sea el lampista), con el horario de todos, y las incomodidades que te crea (y creas a los vecinos). ayer se presentó a las ocho y media pasadas para revisar el tema, algo que me dijo se soluciona en media hora pero para encontrar esa media hora, tienes que hacer malabarismos. como poco
eso sí, terminaremo íntimos, porque nos enviamos muuchos mensajes al día...

2 comentarios:

Helena dijo...

jajajaj pero no dejes que se te instale de momento!!! jajaja
Hay muchos chistes que podría contarte sobre la visita del lampista... Y con la tubería me lo habías puesto a huevo!!! XD

Helena dijo...

Ah, pero "revisó el tema" y lo solucionó?? XD (Esta mentallidad la provoca tantas horas con adolescentes hormonados).