viernes, 1 de julio de 2011

Y es que recuerdo perfectamente aquella mañana de octubre de hace ya un tiempo.
Llegué algo pronto y tuve q esperar sentada en la entrada, en recepcion.

Y me puse a mirarlo todo, pero antes de mirar me puse mis gafas del futuro. Las saco pocas veces. Son las gafas que te ayudan a enfocar cuando estas en un proceso de cambios.
Estaba alli sentada, esperando a la persona que me iba a entrevistar y observé la entrada, a la recepcionista, los despachos, y la gente que iba y venía.

La gracia de estas gafas es que no solo ven. Te dejan intuir si ese sitio que ves por primera vez, formará o no, parte de ti.
En definitiva, lo miraba todo intentando percibir si ese terminaria siendo mi lugar d trabajo, si esos que pasaban rápido y distendidos terminarian siendo mis compañeros. Y la sensacion es extraña, no se si lo habeis provado alguna vez...

Hay dias que cuando paso al lado de esa silla desde donde observé mi futuro, sonrío recordando q mis gafas, no fallaron.

4 comentarios:

cesar dijo...

lo mas asombroso de todo,es que yo no falle en mi super prediccion,jajajajajaja,confiaba mucho mas yo en ti que tu misma,jajajajajajaj,pero la verdad es que me alegro mogollon de no haber fallado............te lo mereces............y ahora me voy a duchar y me piro a seguir la fiestuky............besos

Dana dijo...

bueno, tu te refieres a cuando me hicieron fija (algo q no pasa nunca alli), yo me refiero a octubre del 2009, cuando me hicieron la entrevista para entrar (por la empresa externa), cuando lo vi todo por primera vez.
pero si, tu confiabas mas q yo en que me hicieran indefinida, eso es verdad

Helena dijo...

Jajjaja q bueno!! :) yo recuerdo precisamente la tarde de la llamada y tus nervios y yo aguantando el papel mientras escribias!!!

Anónimo dijo...

Hola?